viernes, 18 de mayo de 2012

GOOGLE+….¿MÁS GOOGLE?

Hace casi un par de años recibí un correo de invitación para unirme a la red social que Google “acababa de lanzar, de forma muy exclusiva”. Al menos esas fueron las palabras que mi amigo utilizó para referirse a Google+, nueva red social que, según él, iba a ser la competencia directa de Facebook. Hice caso omiso a la invitación, quizá por falta de tiempo, o quizá más bien por pereza (si ya tenía una cuenta en Facebook, ¿para qué iba yo a necesitar unirme a otra red social que, además, no ofrecía nada nuevo a las alternativas de Facebook? “Pereza”, sí, esa era la palabra que describía a la perfección mi actitud ante la perspectiva de crear un nuevo perfil en un nuevo colectivo virtual (cuya finalidad principal ya estaba más que cubierta gracias a Facebook). “¿Para qué necesito otra red social? ¿Y qué pinta Google creando una red social si es un buscador de información?” pensé. Sin más, rechacé la invitación de mi amigo y seguí “creciendo” virtualmente a través de Facebook (añadiendo unas dosis de Linkedin para darle un toque de seriedad a mi incipiente “networkinismo”).

Sin embargo, cuando unos meses después comenzó a extenderse el uso de Gmail entre mis allegados, la idea de crearme una cuenta de correo adicional a mi “Hotmail de toda la vida” no me pareció descabellada (de hecho, lo hice tan pronto como supe que la capacidad de Gmail era superior a la de otras cuentas de correo electrónico). No obstante, aunque cambiar de cuenta de correo podía ser una lata, el cambio era tan simple como enviar un correo a todos mis contactos con mi nueva dirección, y seguir manteniendo ambas cuentas por si acaso (ya que ninguna era excluyente de la otra). Continuando con la “googlelización”, posteriormente me abrí una cuenta en Youtube (en aquel momento sin saber que pertenecía a Google) para poder compartir vídeos con mis amigos, escuchar música y crear mis propios vídeos, pero no volví a pensar en Google+ hasta hace un par de semanas. Ahora bien, ¿por qué Gmail y Youtube sí y Google+ no? ¿Qué era lo que “fallaba” con la nueva red social de Google? Y lo que es más, ¿por qué esa pereza de la que hablaba al principio continúa presente hoy, a pesar de haberme unido a Google+ hace algunos días (pereza que se traduce en una falta de uso total)?

Quizá mi postura es muy particular, o quizá no lo es tanto, pues mi pereza ante Google+ se alimenta en gran medida de la falta de uso del resto de mis contactos (la mayoría de los cuáles, además, tiene perfil en Facebook). La respuesta es muy sencilla, y es que para mí no supone lo mismo un cambio en una herramienta de trabajo (como puede ser un buscador o un correo electrónico), que el cambio de “identidad virtual” y de “ciberamigos” que implica cambiar de red social. Y hablo de cambio de red social en lugar de uso simultáneo de dos redes sociales porque, a diferencia de lo que ocurre con otras redes como Linkedin o Twitter, que ofrecen algo diferente al servicio ofrecido por Facebook, en el caso de Google+ no soy capaz de captar el valor añadido de esta nueva red (porque su finalidad no es dar un nuevo servicio, sino únicamente arrebatar usuarios a Facebook). De modo que, ante esta disyuntiva, me quedo con mi querido Facebook, al que prometo serle fiel tras varios años haciendo amigos, subiendo fotos, actualizando estados y demás tonterías que, sin querer, se han convertido en parte de mi rutina. 

Google para mí nunca va a dejar de ser un buscador, o mejor dicho, “El Buscador” (no olvidemos que en España la cuota de uso de Google respecto de la de otros buscadores está en torno al 90%). Si bien es cierto que hay otros buscadores disponibles, como “Ask”, “Yahoo”, “Bing” o el propio buscador de Facebook (que casualmente está siendo mejorado para competir con Google), utilizar uno u otro dependerá de la rapidez del mismo y del número y exactitud de los resultados (teniendo en cuenta además que el esfuerzo que me supone cambiar de uno a otro es prácticamente nulo). Gmail no está mal, y además nada me impide utilizar a la vez mis cuentas de Gmail y Hotmail, sin que una excluya a la otra. Youtube me parece una genialidad, y además el servicio que ofrece poco tiene que ver con el de una red social “tradicional”. Google Chrome es un navegador excelente, y Blogger me parece una herramienta muy útil (he aquí la prueba fehaciente). Pero cambiar de red social “social” ya son palabras mayores, porque ello implica salir del círculo amistoso de Facebook, crear un nuevo perfil, invertir tiempo en personalizarlo y mantenerlo actualizado, y renunciar a todos aquellos amigos virtuales que opten por no ser parte de Google+…Y eso para mí es más una “lata” que algo “interesante” o “novedoso”, porque en cierto modo supone renunciar a algo más que una herramienta…el vínculo con Facebook roza el plano emocional, y cambiar de red social supone renunciar a una pequeña parte de mi “yo” virtual.

Por otro lado, creo que Google está invadiendo todos los ámbitos de la red, con el consiguiente dominio de la información que ello conlleva (que en el fondo no es más que la llave mágica hacia el poder de los medios de comunicación y al control de la sociedad). Ahora no sólo se centra en afianzar su dominio en las áreas en las que ya es fuerte (como proveedor de correo electrónico) o líder (como buscador), sino que además intenta competir directamente con Facebook en el ámbito de las redes sociales “sociales”... ¿qué es lo siguiente? ¿Google Bank? Yo no termino de verlo claro, porque además de tener Google hasta en la sopa, Google va a saber más de nosotros que nosotros mismos (y eso no me hace mucha gracia). A riesgo de parecer radical, sencillamente, “paso de Google+”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario