martes, 1 de mayo de 2012

LA DISRUPCION TECNOLÓGICA Y LA MÚSICA: MÁS ALLÁ DE LA FORMA

Resulta increíble cómo el desarrollo tecnológico ha irrumpido en el mundo “tradicional” de la industria musical, y cómo ello ha tenido un efecto disruptivo a todos los niveles. No es necesario detallar cómo la tecnología digital ha provocado una disrupción en la forma de crear, producir y distribuir música porque en este momento todos somos partícipes de este cambio. Para muchos está siendo una “tragedia”, ya que el papel de productores, discográficas, distribuidores minoristas, fabricantes de CD, managers, y otros actores varios, ha perdido su razón de ser ante la llegada de las plataformas on-line como “Beatport” (http://www.beatport.com), los ordenadores personales y el software musical al alcance de casi cualquier usuario y las páginas de descargas legales como “Soundcloud” (http://soundcloud.com), por citar algunas de ellas.

Puede que se trate de una opinión muy personal y discutible, pero creo que gracias a estos avances tecnológicos y a esta disrupción, la música se está liberando a todos los niveles. Hace algunos años, adquirir un disco de vinilo, una cinta de música o, a posteriori, un CD, era algo que cualquier consumidor hacía por mero entretenimiento. La música era un bien de consumo más, una forma más de ocio, un producto por cuyo uso y disfrute había que pagar un precio (ya fuese en directo o ya fuese adquiriendo el producto a través de cualquier soporte físico). Sin embargo, gracias a los nuevos formatos digitales, a las redes sociales y plataformas virtuales y al acceso a internet de la mayoría de las personas, se ha producido una disrupción tecnológica que no sólo ha afectado a la forma de adquirir y disfrutar la música, sino a su propia esencia. Hasta hace algún tiempo, crear y distribuir música era una tarea exclusiva de artistas, managers, discográficas y tiendas de distribución, ¿pero ahora? ¿Quién no es capaz de descargarse de la red los temas de sus artistas favoritos? Y voy más allá, ¿quién no tiene la posibilidad de crear música? Gracias a los formatos digitales y a los ordenadores personales (ya ni siquiera hago mención a sintetizadores, mesas de mezclas y demás complementos propios de los “profesionales” de la música) cualquiera de nosotros puede crear “tracks” a nivel de usuario con determinados programas.

A mí esto me hace pensar en muchas cosas que hasta hace poco no me había planteado... ¿es la música algo más que una simple herramienta de ocio? No olvidemos que la música es capaz de estimular al ser humano a niveles que otros estímulos no llegan, puede cambiar estados de ánimo, puede hacer reír, llorar, sentir…e incluso curar. También puede unir a multitudes, transmitir sensaciones y permitir una conexión con uno mismo (simplemente escuchando y cerrando los ojos) a la cual es complicado llegar a través de otros mecanismos.

A riesgo de parecer idealista, cursi o filosófica, confieso que para mí la música es un lenguaje universal, una herramienta de comunicación tan poderosa como la palabra (hablada o escrita). Gracias a la disrupción tecnológica y al consecuente acceso masivo de la población a todos los niveles del proceso de creación, distribución y aplicación (o interpretación) de la música, ésta está recuperando su verdadera naturaleza: la de ser un lenguaje universal al alcance de todos. Si bien esta disrupción puede tener consecuencias (que no quiero etiquetar de positivas o negativas) en la actual industria discográfica, no es menos cierto que la sociedad evoluciona a un ritmo de vértigo y que, por tanto, dicha industria está destinada a adaptarse a la nueva situación.

Creo que el efecto de la disrupción tecnológica tiene un alcance que va más allá de la forma (es decir, más allá del cómo se crea, se produce o se distribuye la música). Ahora todos podemos crear y compartir música casi en tiempo real, por lo que hemos llegado al fin de la exclusividad y de la relación de dependencia entre creadores, productores y público. La forma, como soporte y como modo de hacer las cosas ha cambiado, está cambiando, y seguirá haciéndolo en los próximos años.
En este momento la música está más presente que nunca en nuestro día a día, gracias a la diversidad de medios y formatos para poder disfrutarla. Y esto significa, básicamente, libertad, tanto de creación, como de difusión y disfrute. Será necesario adaptarse a esta nueva situación, mediante cambios legislativos, nuevas formas de que los profesionales de la música aporten valor añadido a su producto (especialmente proporcionando soportes adecuados de difusión y facilitando interpretaciones de calidad) y, sobre todo, un cambio de mentalidad.

Quizá llegue el momento en el que se invierta el proceso de “creación – distribución- disfrute- experiencia”, y lleguemos a una situación en la música se “autogenere” a partir de aparatos conectados al ser humano (al igual que existen los polígrafos) y sirva para diagnosticar enfermedades e interpretar estados de ánimo. Como curiosidad, hace algunos años (1977) Steven Spielberg lo tuvo claro, y en su película "Encuentros en la Tercera Fase" los humanos utilizaban la música (¿electrónica?) como herramienta de comunicación con los extraterrestres (como apunte curioso, os dejo el vídeo de la escena: http://www.youtube.com/watch?v=H4Kgzn3tDQU&feature=related ).


Está claro que todo esto son meras hipótesis, pero ¿quién sabe? Por ahora, ¡disfrutemos de la música! 

6 comentarios:

  1. Interesante artículo que nos da una visión de lo que ha sucedido en la industria de la música.
    Y como bien dices Paula, ¿quién sabe si se invertirá el proceso musical?

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  2. Gracias Luis! para eso hacen falta ingenieros que se unan a la causa...jeje!

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  3. Buen artículo de opinión!
    Si bien es cierto que no hay que poner etiquetas (porque se pueden poner a los distintos dispositivos que existen actualmente), y que podríamos exponer más cosas que se quedan en el aire, creo que el artículo es bastante acertado.

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  4. señorita galaktika me gusto mucho to blog muy interesante y cierto lo que haz escrito, sigue asi :)vi un documental que habla exactamente de lo mismo que acaba de hablar aca..cuando lo encuentre te lo paso jejeje

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  5. gracias Sebas! un beso y recuerdos a South Beach!

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